Grupo de Meditación

Abierto a todas las personas que quieran participar. Compartiremos conocimientos, experiencias y un espacio de silencio a través de la meditación y el trabajo con las nuevas frecuencias energéticas.

Dinámica

Espacio para el desarrollo interior, con diferentes temas, terapias, conocimientos... siempre con la intención de crecer y evolucionar con ello.

Espacio de meditación. Sin practicar una técnica concreta (Vipassana, zen...) mantenemos unos principios básicos de relajación, concentración, la respiración, como base para entrar en la meditación.

Meditaciones de Plenilunio - El Festival de Pascua - Luna Llena de Aries

Aries 2011 - Festival de Pascua




Cada año celebramos la Pascua en la primera Luna Llena de Primavera, en el hemisferio norte, o de Otoño en el hemisferio sur. De éste modo comenzamos un nuevo ciclo anual con el Primero de los Tres Festivales Espirituales.

El Festival de la Pascua cae en el signo del zodíaco de Aries. Aries está en el comienzo de este signo, igual, si nos movemos en la rueda de la vida de la personalidad en sentido horario, hacia Tauro por Piscis; o si avanzamos en sentido contrario, hacia Piscis por Tauro. En el signo de Aries comienza el gran ciclo del círculo. Es a través de este signo zodiacal que el Primer Rayo de Voluntad - Poder llega a la vida en el planeta.

En el libro "Los Trabajos de Hércules", Aries es descrito como el signo del intelecto, como un signo de fuerza mental. Todo principio tiene su origen en el plano mental y en la mente del creador. La familia humana, el cuarto reino de la naturaleza, tomó consciencia de sí misma cuando se originó la capacidad intelectual, la cual diferenció al hombre del animal. La nota clave alude también al plano mental.

En el signo de Aries celebramos la Pascua. Es recomendable reflexionar sobre esta fiesta. El libro "La Reaparición de Cristo", describe a la Pascua como el gran festival de todos los cristianos en el hemisferio occidental, como el Festival del Cristo resucitado. Cristo es la expresión del Amor a Dios.

En la Pascua celebramos la resurrección a una vida nueva e inmortal, dicho en otras palabras, a la vida misma. Cristo, el Hijo de Dios, que a través de Jesús se tornó hombre, fue el primer Hijo del Hombre que probó que la muerte no tiene poder sobre la vida. La muerte puede destruir sólo la forma, desintegrarla en sus elementos componentes, cuando ella se vuelve inservible para la vida. ¿No es acaso ésta una benéfica y creativa función?, ¿no vemos acaso en la dificultad cotidiana mundial la eliminación de los desechos, la destrucción de la forma, por nuestra parte?

¿Qué pasó en el primer Festival de Pascua hace 2000 años atrás? Cristo, como hombre, nos mostró el Amor espontáneo en la vida cotidiana, cómo nosotros podemos y debemos practicarlo con nuestros semejantes. Esto halló buena y difundida acogida entre las personas, si bien que superficialmente. Fueron las mismas personas, aquéllas que gritaban: "Hosanna", durante la entrada triunfal en Jerusalén, que días más tarde, gritaban: "crucifícalo". Las clases privilegiadas, con sus propósitos de dominio, se sintieron amenazadas por Cristo. Él, con su modo de amar a la vida y su manera de hablar, se volvió peligroso para ellos; y por esta razón lo mataron crucificado. De este modo, el asunto estaba resuelto para ellos; el hombre, la forma visible había sido exterminada y ya no existía más.

Tengamos presente que Cristo hizo todo esto por voluntad propia. Él conocía su poder para poder evitar todo, si lo quisiese. Él pudo haber huido, de igual modo como lo hicieron, por intuición, José y María con el niño recién nacido, por causa de Herodes. Pero a pesar de todo, Él fue conscientemente a Jerusalén. Él sabia que sólo de este modo podía mostrarnos, en forma práctica, que la muerte puede destruir únicamente la forma visible y transitoria, pero no el aspecto de la vida misma. Para nosotros, en el mundo exterior, esto es muy difícil de comprender.

Inclusive sus discípulos, con los cuales vivió durante tres años y a los cuales les enseñó que Él debía morir y que luego resucitaría, mismo así, aquél Viernes Santo, pensaron que todo se acababa. Extrañamente, después de su resurrección, Él se había aparecido a unas mujeres que pertenecían al círculo de los discípulos. Ellas dieron las nuevas a los apóstoles y a los demás.

Con este hecho, acaecido hace 2000 años atrás, comenzó algo nuevo y radical para la humanidad. El hombre aprendió que la tan temida muerte, al final de cuentas, no tiene poder sobre la vida. Hoy, el Evangelio nos habla de esta resurrección, hecho que en aquel entonces, también pareció increíble.

Pues bien, ya hace 2000 años que celebramos el Festival de la Pascua, el Festival de la resurrección. Pero, ¿cómo es hoy nuestra convicción de esto?, y ¿qué efecto tiene sobre nuestras vidas?, ¿creemos en la posibilidad de nuestra propia resurrección?, ¿es la resurrección un hecho del futuro, o es un proceso largo que ahora comienza o que ya ha comenzado?, ¿es la resurrección un acto definido para nosotros, o tenemos que lograrlo todavía?, ¿es ello un asunto normal en nuestra vida cotidiana?

Reflexionemos un poco sobre este tema. ¿Qué es lo que nos conduce a la resurrección, o qué lo impedirá? De algún modo tenemos consciencia de las dualidades siguientes: alma y personalidad, espíritu y materia, Dios y hombre. La toma de consciencia de la personalidad fue un largo y difícil proceso de desenvolvimiento a través del camino de la evolución y, sin embargo, ésta es, simplemente, un paso necesario en pos de una finalidad todavía por venir. La naturaleza inferior del ser humano tiene que ascender, voluntariamente, a la cruz y morir en ella. Este hecho no acontece necesariamente en forma dramática como fue el caso del Gólgota, pero, ello es inevitable para la resurrección a una vida nueva.

Nosotros tenemos la posibilidad y, de igual manera la ocasión de matar, cada día, un pedacito más de nuestra personalidad. El desenvolvimiento y el uso de nuestra innata capacidad de discernimiento nos pueden ayudar en esto. Cristo nos prometió vida y vida en abundancia. ¿Qué quiso decir Él con esto, abundancia material o abundancia de la vida misma?

La transformación de la personalidad en un ser espiritual, en el Cristo, en el Hijo de Dios se consume a través de la muerte de la naturaleza inferior del ser humano, y ésta es una condición previa para la resurrección. Al final, la vida vence. Vayamos en pos de la vida y no demos importancia a todo aquello que obstaculiza. ¿Acaso no es ésta nuestra tarea en la vida?

Fuente: Texto enviado por Toñy Polo.

Se escribió para la Luna de Aries en Marzo de 1997, por uno de los miembros del Grupo del Centro de Ginebra

FUENTE : http://www.sabiduriarcana.org/01-aries-esp.htm
Nota clave: "Surjo y desde el plano de la mente gobierno"

La agricultura biodinámica

La agricultura biodinámica se basa en la antroposofía, una filosofía holística de origen teosófico, desarrollada por Rudolf Steiner, que abarca la influencia del cosmos en el hombre, plantas y animales.

La agricultura biodinámica se basa en la antroposofía, una filosofía holística de origen teosófico, desarrollada por Rudolf Steiner, que abarca la influencia del cosmos en el hombre, plantas y animales.

El término “biodinámica” proviene del griego bios (vida) y dynamis (energía) y significa que este método trabaja en armonía con las energías que crean y sostienen la vida, buscando la correcta relación entre el hombre y la tierra.

El sistema biodinámico ve la tierra como un organismo vivo, en el cual influyen directamente los efectos de las fuerzas cósmicas, la llamada energía Yang de la filosofía taoísta.

El método más antiguo de agricultura ecológica, llamada también orgánica o biológica, es el sistema biodinámico. Se comenzó a desarrollar en Alemania a partir del año 1924, cuando Rudolf Steiner ocho conferencias sobre el tema. De estas conferencias existen transcripciones en un libro que se llama Curso en Agricultura Biodinámica.

En la agricultura orgánica queda muy clara la vasta cadena de vida e interacción que hay detrás de la planta: desde los animales, insectos, pájaros y otros vegetales hasta los microorganismos que se encuentran en el suelo. Todos, en conjunto, ayudan a cada planta a asimilar mejor los sutiles aspectos que la componen como tal. Sin embargo, la agricultura biodinámica va más allá, ya que además de los factores antes mencionados también considera que la planta está ligada a la expresión de un sistema solar y planetario que tiene especial incidencia en toda la vida que se desarrolla sobre la Tierra.

Este tipo de agricultura resalta la importancia de la relación que tiene la planta con todo el sistema energético que la rodea, es decir, la conexión entre la planta y la matriz que le da la vida. La idea es trascender la relación que pueda tener la planta con los nutrientes, pues no es el aporte físico lo importante sino ese vínculo que desarrolla un proceso físico.

Walter Medina, asesor en agricultura biodinámica y profesor Waldorf comenta al respecto “lo primero que hay que entender es que esta agricultura fue pensada para servir al hombre contemporáneo para que pueda desarrollarse evolutivamente como ser humano. Como el hombre es considerado como un ser espiritual, éste debe llevar un sano desarrollo de todo lo físico. A partir de ese concepto se llega a la Agricultura Biodiná-mica, que no sólo implica la elaboración de alimentos sino que también es un correcto resguardo del medio ambiente. Es el cuidado del interior del hombre y también del exterior”.

Agricultura Convencional

La idea anterior puede sonar un poco compleja y esotérica, sin embargo, para comprenderla hay que comentar brevemente cómo y cuándo empezó la forma de agricultura que reina en estos tiempos.

En la década del 60 se incentivó fuertemente el uso de herbicidas y pesticidas, sin hacer mención a los agricultores que estos productos acabarían de forma gradual con todos los microorganismos del suelo, con el consiguiente daño en la cadena de vida. A poco andar comenzó el uso masivo de abonos químicos para enriquecer los campos, mientras que paralelo a ello, reinó el criterio de la sobreproducción, es decir, se le dio mayor importancia a la cantidad que a la calidad del producto.

“La agricultura convencional comenzó a fines del siglo XIX, agudizada a partir de 1950, periodo en que han ocurrido los más grandes desastres ecológicos. Ello a consecuencia de una gran campaña mundial de los años 60 que se llamó la revolución verde, donde la idea era producir a gran nivel y, de esta forma, seguir mal entendiendo una agricultura que el objetivo fundamental es el lucro de las empresas productoras de semillas, de agroquímicos y de los laboratorios de genética”, señala Medina.

Todos estos acontecimientos hicieron que muchos agricultores europeos entendieran la necesidad de una vuelta irreversible a una mejor comprensión de las leyes que están detrás de las fuerzas de crecimiento de la naturaleza.

Los vegetales además de los nutrientes que absorben de la tierra, también requieren luz, calor y aire para llevar a cabo sus procesos. En esa inimaginable combina-ción se crea la calidad, la armonía y la grandeza del resultado final de la planta.

Por lo tanto, es evidente pensar que existe un mundo creador de vida en forma de sistema energético, donde se manifiesta una especie de “comunión” constante entre las leyes terrestres y las leyes del universo, la cual hay que respetar y saber potenciar.

Agricultura Biodinámica

Steiner desarrolló este tipo de agricultura y la dio a conocer alrededor de 1925, en un ciclo de ocho conferencias que, posteriormente, se transformaron en un libro llamado Curso sobre Agricultura Biológico-Dinámica.

Su trabajo se basó en sus conocimientos de química y en la Antroposofía, corriente filosófica desarrollada por él mismo. Se podría decir que este tipo de agricultura es el desarrollo consciente de una relación intuitiva con la naturaleza. El suelo es considerado parte integral de la simbiosis entre el planeta y el cosmos. A esto, se suma la observación de los ciclos de la naturaleza, ya que según Steiner son las fuerzas naturales y planetarias las que ayudan al crecimiento y desarrollo de las plantaciones.

“Si hay algo que la caracteriza es la plasticidad. Cuando aplicas acciones concretas en un campo, no hay una receta única, pues depende del suelo, de todo lo que lo rodea, de las condiciones geográficas, climas, en fin, muchos parámetros. Se destaca la individualidad agrícola”, señala el especialista.

Además, para potenciar todas las acciones en un campo, Steiner entregó el conocimiento para la elaboración de ocho preparados para abonar los suelos y potenciar el crecimiento de las plantas. De éstos, dos son fundamentales: uno es a base de estiércol y el otro a base de cuarzo molido. El resto incluye preparaciones de compost hechas con hierbas como la manzanilla, la ortiga y el diente de león. Estos preparados especiales de sustancias relacionan este método de cultivo con los ritmos cósmicos y lunares.

Los Fertilizantes

En relación a los fertilizantes y control de plagas que se aplican a las plantas, el biodinamismo plantea que no deben usarse químicos, sólo organismos vivientes, ya que la tierra debe ser alimentada sólo con lo natural.

La idea es que la tierra se encuentre llena de vida y otra de las formas de lograrlo es mediante la aplicación de “compost”, una preparación que integra desechos orgánicos, que logran estabilizar y apoyar la estructura del suelo aportando nutrientes. Esto permite prevenir de manera natural las pestes, por su propia fuerza o por la fuerza unificada del ecosistema total, en que se incluyen los cultivos.

Por otro lado, la filosofía detrás de esta técnica se basa en la observación de los ciclos de la naturaleza ya que el campo es un organismo vivo y se debe respetar como tal.

“Un tomate no lo puedes plantar en pleno julio. Para que nazca, crezca y forme correctamente sus frutos tiene que estar plantado de una forma muy armónica con esos ritmos cósmicos para que el fruto se pueda formar correctamente con la influencia cósmica”, comenta Medina.

Por ejemplo, en primavera y en verano las plantas están mirando hacia arriba, porque dependen del sol para realizar su proceso de fotosíntesis; mientras que en otoño e invierno la tierra es la protagonista, ya que la fuerza de gravedad atrae todo hacia abajo, las hojas se caen y la tierra se duerme al estar concentrada en sí misma.

Como un ejemplo específico del método biológico dinámico, consideremos a la caléndula. Ésta es originaria del Norte de África y tiene una relación particular con el sol. Al igual que el girasol, la caléndula sigue el trayecto solar. Esta flor se orienta hacia el Este por la mañana, en dirección a los rayos del sol y rota durante el día, con el sol, en dirección al Oeste. Al mismo tiempo, está conectada con la intensidad del sol, cuando es muy fuerte, la flor se abre parcialmente pero cuando el sol se esconde detrás de algunas nubes, se abre de forma completa.

La caléndula es una planta que necesita mucho sol, y lo muestra con su brillante flor dorada. Esta conexión con el sol influye en los atributos y cualidades de la planta, que puede ser usada para varias terapias curativas.

Por otra parte, en la Agricultura Biodinámica las plantas son cosechadas a mano, la cual es una labor que requiere un cuidado e intensidad muy importante pues otorga una calidad mucho más elevada que las cosechas realizadas con máquinas.

Este tipo de agricultura existe en Chile hace unos diez años, sin embargo, son esfuerzos aislados que aún no han dado sus primeros frutos. Sin embargo, entre el 23 y el 27 de abril de 2008, se realizó en Curacaví un encuentro de agricultores biológicos del Cono Sur, que se espera le dé un impulso a esta tendencia en nuestro país.

Fuente: http://www.mundonuevo.cl/blog/articulos/la-agricultura-biodinamica/